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¿Qué es la tecnología RFID?
La Identificación por Radiofrecuencia (RFID, por sus siglas en inglés) es una tecnología que utiliza etiquetas electrónicas para almacenar y transmitir información. Estas etiquetas, también conocidas como «tags» RFID, contienen un microchip y una antena que permite la comunicación inalámbrica con un lector RFID.
Diferencias entre las etiquetas RFID y los códigos de barras
Si bien los códigos de barras han sido ampliamente utilizados durante décadas y son una tecnología confiable, las etiquetas RFID ofrecen una serie de ventajas significativas sobre ellos. Veamos algunas de las diferencias clave:
1. Trazabilidad individual
Las etiquetas RFID están serializadas, lo que significa que cada ítem que lleva un tag tiene una trazabilidad individual. Por otro lado, el código de barras es el mismo para todos los productos iguales. Esto permite un seguimiento más preciso de cada producto en particular, lo que puede ser especialmente útil en industrias donde la individualización es crucial.
2. Mayor capacidad de almacenamiento de datos
Las etiquetas RFID pueden almacenar mucha más información que los códigos de barras o los códigos QR. Esto significa que de cada producto se pueden conocer datos como la fecha de producción, fecha de entrega, sede de fabricación, registro de temperaturas, entre otros. La capacidad de almacenamiento de los chips RFID varía, lo que permite adaptarse a las necesidades específicas de cada caso.
3. Posibilidad de actualización de la información
A diferencia de los códigos de barras, que solo pueden ser leídos, las etiquetas RFID pueden ser escritas en cualquier momento. Esto significa que la información almacenada en ellas puede ser actualizada según sea necesario. Esta flexibilidad permite una mayor adaptabilidad y gestión de la información en tiempo real.
4. Lectura sin línea de visión
Para leer un tag RFID no es necesario tener línea de visión directa con la etiqueta. Esto significa que se pueden leer uno o más productos con un tag dentro de una caja sin necesidad de sacarlos de ella. Esta capacidad de lectura sin línea de visión agiliza procesos de inventario y ahorra tiempo y esfuerzo en la lectura individual de cada producto.
5. Resistencia a las condiciones ambientales
Los tags RFID pueden ser leídos a través de la suciedad, el polvo e incluso cuando están envueltos en plástico o colocados en contenedores. Por otro lado, los códigos de barras son más sensibles a factores como la humedad, la suciedad o la calidad de impresión de las etiquetas, lo que puede dificultar su lectura en ciertas condiciones. Los tags RFID están disponibles en diferentes formatos para adaptarse a diferentes entornos y condiciones ambientales, lo que garantiza su durabilidad y correcta lectura a largo plazo.
6. Automatización de procesos
En muchos casos, la tecnología RFID no requiere la intervención humana para la lectura de datos. Por ejemplo, en un almacén, una carretilla elevadora equipada con un lector RFID puede realizar la lectura automática de los productos, lo que agiliza los procesos y reduce la posibilidad de errores humanos. Esto no siempre es posible con los códigos de barras, que generalmente requieren de una persona para realizar la lectura manual de los datos.
7. Menor coste total de propiedad
Aunque los códigos de barras en sí tienen un coste muy bajo, se debe tener en cuenta el coste del personal necesario para realizar las lecturas manualmente. Por otro lado, la tecnología RFID, aunque más cara en términos de infraestructura inicial, puede permitir ahorros a largo plazo al automatizar procesos y reducir la necesidad de intervención humana.
8. Mayor precisión de lectura
En situaciones donde se requiere leer un gran número de productos, la tecnología RFID ofrece una mayor precisión en comparación con los códigos de barras. Esto se debe a que las etiquetas RFID tienden a lograr ratios de escaneo mucho más altos, lo que minimiza la posibilidad de pérdidas o errores en la lectura de ítems.
9. Alcance y seguridad
Las etiquetas RFID pasivas UHF pueden leerse a distancias de hasta 10 metros, mientras que los códigos de barras solo pueden ser leídos a distancias de unos pocos centímetros. Además, la información dentro de un tag RFID está protegida y es difícil de falsificar, a diferencia de los códigos de barras que pueden ser impresas con cualquier impresora láser.